La RAE define la Inteligencia Artificial como “la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.
La Inteligencia Artificial y su uso, supone además para las personas una mejora de la calidad de vida, así como un ahorro de costes a la hora de acceder a la información. Esto mismo ocurre en las Entidades Locales, las cuales están, cada vez en mayor medida, aunque de forma pausada, implementando muchos de sus usos en las organizaciones.
Como decimos, en España, la Administración pública todavía no consigue lograr una plena modernización y transformación tecnológica en sus procesos, haciendo que la velocidad de las mejoras en la sociedad no vaya a la par con las organizaciones, creando una brecha informativa y sobre todo de transparencia en la gestión.
Sin embargo, la implementación de la IA les permitirá, además de una mayor eficacia y eficiencia, lograr resultados más rápidos, adecuados, económicos y, sobre todo, centrados en las necesidades concretas de los ciudadanos. La Inteligencia Artificial supone una mejora en el aprovechamiento de los datos que manejan las Administraciones a diario en todos los ámbitos y una ventaja para aplicarlos en la gestión de los servicios públicos, automatizar procesos, optimizar recursos, tener una visión de futuro y tomar correctamente las decisiones, siendo proactivos a las necesidades de los ciudadanos.
La introducción de este concepto en las Entidades Locales supone una disrupción por la complejidad de los procesos administrativos actuales, pero la cohesión de factores como un buen planteamiento, el apoyo de los empleados públicos, que son al fin y al cabo quienes utilicen y den forma a estos datos y sistemas, y la transparencia en la gestión harán mucho más fácil el cambio y, por tanto, el progreso.
Aunque esta implementación se ha desarrollado en algunos de los ámbitos en los que la Administración necesitaba un mayor avance: sanidad, seguridad, transporte o comunicaciones, ésta debe ser capaz de liderar un progreso en la, cada vez más inminente, transformación tecnológica, así como gestionar los problemas o facilitar los procesos administrativos de los ciudadanos de la forma más práctica y accesible posible.
Hablamos, por tanto, de no sólo una ventaja para los ciudadanos sino también una mejora del análisis y gestión de los procesos internos de la Administración permitiendo hacer más fácil la toma de decisiones, organizar mejor las funciones, mecanizar actividades y lograr, en definitiva, eso que tanto busca la Administración, ser más eficaz y eficiente.
Esta adecuación de la estructura interna, procesos y mentalidad de los empleados es fundamental para lograr el cambio y lograr un aprovechamiento de todas las ventajas que ofrece. Pero también es necesario otras cuestiones que han de tenerse en cuenta como: una cultura administrativa abierta al cambio y que ésta no suponga un elemento disruptivo dentro de la organización sino una mentalidad de mejora; empleados que dominen estas prácticas en cuanto a análisis, visualización o procesamiento de datos tanto a nivel interno como de cara a la ciudadanía y, por supuesto, suficiente nivel de digitalización de procesos y datos gracias a una buena base informatizada de los procedimientos.
Plantillas envejecidas reacias a los cambios o a nuevos aprendizajes, falta de recursos, falta de conocimientos tecnológicos de alto nivel, procedimientos no digitalizados o una deficiente comunicación interna en las administraciones suponen barreras al cambio y, por tanto, a la aplicación de la Inteligencia Artificial en las Entidades Locales.
Las Administraciones pueden hacer uso de esta inteligencia en múltiples campos desde los procedimientos administrativos, registro de entrada de solicitudes, inteligencia de marketing en cultura y turismo, atención al público a través de la resolución de dudas, concierto de citas o redirección a departamentos concretos (disminuyendo la carga de trabajo física y psicológica de los empleados), procesos tributarios y financieros (reducción del fraude y el control de facturas y mejora de la contratación pública) o la gestión de suministros públicos, movilidad y seguridad dentro del municipio.
La gestión de recursos humanos o de personas es otro de los ámbitos en los que la aplicación de la IA está tomando bastante relevancia. Por ejemplo, se han creado modelos que estudian todo el historial laboral de las organizaciones y puede generar predicciones para anticipar las necesidades de contratación o realizar prospectiva sobre siniestralidad y absentismo.
Otro ámbito muy interesante es la selección del personal mediante inteligencia artificial. En la empresa privada ya se utiliza, y en la Administración pública su implantación es más una cuestión de mentalidad. No obstante, no hay que perder de vista la problemática siempre existente de los posibles sesgos y del respeto al mérito y la capacidad.
Al fin y al cabo, la Inteligencia Artificial se trata de la automatización de procesos mediante algoritmos. Lo que hasta ahora hacía una persona comprobando datos, desde ahora lo podrá realizar la IA.
Creando los algoritmos adecuados, ideando formas de aprovechar dichos datos en la mejora del bienestar de los ciudadanos y aplicando para todo ello la inteligencia artificial tendremos, un futuro innovador y renovado.
En NUTCO nos es muy gratificante contribuir a lograr cada uno de los objetivos de la gestión de Recursos Humanos dentro de la Administración y, a través de formaciones y nuestros avanzados métodos de trabajo, cubrir las inquietudes de profesionales y trabajadores del sector y mantenerlos actualizados en todo momento.